-Preparándonos para la Pascua eterna-
El miércoles de ceniza nos reunimos en comunidad para dar inicio a la Cuaresma, compartiendo un momento de oración y reflexión, con las palabras de Madre Abadesa Alejandra Izquierdo.
Les compartimos un fragmento de las mismas y a continuación el link del texto completo.
Hoy entramos en el tiempo de Cuaresma. Una especie de tiempo de retiro, de peregrinación en que estamos invitadas a volver a lo esencial, al fundamento de nuestra vida, como discípulas del Evangelio, discípulas de Jesucristo. Podemos empezar preguntándonos hacia donde está orientado nuestro corazón. Es decir, ver si mi ser profundo está orientado hacia Dios o hacia mí misma. Es un llamado que nos invita a verificar el camino que estamos recorriendo, para reencontrar la vía que nos lleva de vuelta “a casa” a redescubrir el vínculo fundamental que nos une con el Señor. Conocer o descubrir que éste mismo no puede disociarse del vínculo que nos une las unas a las otras. Este tiempo es sobre todo una gracia, un don que se nos ofrece como una invitación que me impresiona mucho y que nos hace el SEÑOR con los brazos abiertos y con unos ojos llenos de ternura suplicante: nos pide que volvamos a EL de todo corazón. El amor de Dios nos llama a vivir la verdadera vida, a atrevernos a elegir el verdadero camino hacia la Pascua. A salir de lo ilusorio o de nuestros prejuicios, para reencontrarnos con la realidad de la VIDA verdadera.
“Nos unimos a ese camino de Jesús, a esa misión que le confió el Padre de vivir a fondo la realidad de ser hijo predilecto en quien pone toda su confianza” (Benedicto XVI).
“ESTE ES MI HIJO AMADO, ESCUCHADLO” Mc 9,7
TEXTO COMPLETO