Uniéndonos a la convocatoria hecha por el Papa Francisco a toda la Iglesia, los días 4 y 5 de Marzo intercalamos con nuestros trabajos cotidianos actividades especiales para celebrar las «24 HORAS CON EL SEÑOR».

Esta iniciativa el Papa ya la ha realizado otras veces, pero ahora lo hace queriendo poner un énfasis especial en el Año de la Misericordia. Hubo una en 2014, que fueron 24 horas de Adoración al Santísimo, el 28 y 29 de Marzo, como fiesta del Perdón. Hubo otras «24 Horas para el Señor» el 13 y 14 de Marzo 2015 por la nueva evangelización y luego convocó a una jornada de oración y ayuno el 7 de Septiembre de 2015 por la paz en Siria.

El sentido de esta propuesta era que pudiéramos vivir un momento de intensa oración para redescubrir el sentido profundo de la VIDA, participar del Sacramento de la Reconciliación al que el Papa incentiva y considera una VERDADERA FUENTE DE PAZ y hacer obras de misericordia durante el Año. Él nos dice: «No olvidéis esto: El Señor nunca se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón».

El día 4, el tiempo de recreo comunitario y hasta las vísperas, lo dejamos como tiempo de Lectio Divina para adherir a esta jornada orando también por el Papa. Después de la oración de Completas hicimos una hora de Adoración al Santísimo junto con los huéspedes que la animaron con diversos cantos. Con ellos nos unimos a toda la Iglesia y a cuantos no supieron o no pudieron realizar esta iniciativa.

Durante la tarde del día 5 nos reunimos para meditar y rezamos todos los misterios del Rosario, gloriosos, gozosos, dolorosos y luminosos y además rezamos la Coronilla de la Misericordia (de S. Faustina Kowalska). Se podía entrar y salir como los acemetas -monjes que no dormían para asegurar siempre la oración-.