Queridos niños y queridos jóvenes, en el MONASTERIO de SAN PELAYO, Oviedo, España, que es nuestro monasterio fundador están los restos de este NIÑO MÁRTIR, guardados en esta urna debajo del altar.
SAN PELAYO, EL NIÑO MÁRTIR
Los artistas en sus cuadros y esculturas representan a menudo los mártires con una palma. En tiempos de los griegos y de los Romanos, a los vencedores de las grandes competiciones deportivas (juegos olímpicos), a los escritores que habían compuesto los mejores libros, a los generales que habían ganado una batalla se les daba una corona de laurel y unas palmas.
Por esta razón suelen dibujar a Pelayo con una rama de Palma en sus manos y una corona de laurel.
Pelayo campeón del Amor y la Fe, Pelayo un vencedor pacífico y valiente.
DE SU VIDA SABEMOS…
Nació en Albeos (Tuy, Galicia). En el año 920, en la batalla de Valdejunquera, su tío Hermogio, obispo de Tuy, fue hecho prisionero y llevado como cautivo a Córdoba. Le permitieron marcharse para tramitar su rescate, pero tuvo que dejar a su sobrino como rehén. Así vivió Pelayo unos cuatro años en aquella cárcel, rezando y ayudando a sus compañeros de prisión que sufrían como él. Allí fue conociendo más y más a Jesús (de quién su tío, el obispo, le había hablado tantas veces). Y le hacía tan feliz ser su fiel amigo que, cuando un día intentaron apartarlo de su fe en Él y comprometer la dignidad de su cuerpo y de su alma, no lograron su propósito: prefirió morir antes de dejar de ser cristiano. Y el 26 de junio del año 925 el martirio lo convirtió en testigo de Cristo para siempre. Tenía unos trece años. Sus palabras en esa situación difícil nos ayudan “Soy Cristiano, lo he sido y lo seré.”
Su cuerpo fue recogido por unos cristianos. Pasados unos años, en el 994, la urna que contenía sus reliquias llegó hasta Oviedo. Desde entonces, la comunidad de monjas benedictinas que habita el monasterio de San Pelayo custodia y es custodiada por el niño mártir.
Su fiesta se celebra el 26 de junio.
ORACIÓN
Señor Jesús, rezando con San Pelayo, te doy gracias porque eres siempre mi amigo, me miras y me escuchas.Te pido que me ayudes a ser valiente como él para ser bueno siempre y con todos.Te lo pido porque eres el hijo de Dios. Amén.
CANTO A SAN PELAYO (Para niños)
Pelayo, niño mártir, queremos estar junto a ti, queremos que todos los niños, te aclamen y canten con gozo sin fin. Queremos, queremos, ser buenos, ser buenos ser buenos y amar a Jesús. Con gozo, con gozo, busquemos, busquemos, la paz, alegría y bondad.Queremos, queremos, ser buenos, ser buenos, ser buenos y amar a Jesús.Con gozo, con gozo, busquemos, busquemos, la paz, alegría y bondad.Pelayo, sí, niño mártir, sí, queremos estar junto a ti, sí, sí, queremos que todos los niños, sí, te aclamen y canten con gozo sin fin. Sí, Sí.