“Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo” (Jn. 13, 1-15)
En esta tarde de Jueves Santo, el amor de Jesús, el Señor, traspasa el espacio y el tiempo y llega hasta nosotros. Era la cena de despedida de Jesús. Era la cena pascual, la fiesta en que Israel celebraba la liberación de Egipto. Jesús celebra la verdadera liberación que se realiza con la entrega de su muerte y resurrección.
En este Jueves Santo les compartimos la reflexión del Padre Benjamin García Soriano