Sí, Cristo ha resucitado, Cristo vive y ya no morirá jamás. Aquel cuerpo ensangrentado, Aquel que fue despreciado, desechado por los hombres y colgado en una cruz, ha resucitado y su cuerpo resplandece lleno de hermosura. Cristo vive y está aquí con nosotros. Cristo vive para siempre. Aleluya!